domingo, 2 de noviembre de 2008

Ayer sabado

Ayer sábado
fue tan sábado
como otro
cualquiera
no creas

El frío
se subía
a mi nuca
me atosigaba
en las costillas
los placeres
fueron
breves
mas placeres
y la desgana
fue prudente
y he de decir
que un tanto
desconsolada

Fue
un sabado
cualquiera
y yo
anduve
por donde
el monumento
raro
que nadie entiende
y joder
sacaba sentido
a las canciones
de Pereza

Era un sábado
indisciplinado
que admitía
algún disimulado
reproche
a la muerte
alguna tímida
alabanza
a la vida
y algún
recordatorio
bohemio
y loco
y contundente
a mí mismo

Y lo cierto
es que las farolas
se abrigaban
en su luz
angosta
y naranja
en su minúsculo
crepúsculo
cruzaban
mis ojos
dispuestos
a alcanzar
el espectáculo
de la nada
que allá
arriba
naufragaba

Había
algo de confuso
y acaparador
en las sombras
cruzadas
del pavimento
y una
aparición
como estelar
de mi verdad
lógica
por otra parte

Ahora
que el sistema
cojea
me hablan
de refundarlo
valiente invento

2 comentarios:

Anónimo dijo...

las dudas y las certezas mas puras saltan asi...de la nada...como fantasmas en la oscuridad...doblas en una esquina y alli te esperas y te desencajan...y ya nada será igual...

Luis Cano Ruiz dijo...

Bonito texto, me ha gustado la cotidianeidad del tema, y lo bien extresado que se encajan los sentimientos.

Un saludo.