domingo, 26 de octubre de 2008

Delicia

Paseaba la delicia
por los barrios
de bien
embargada
de indiscretas
declaraciones
que sorteaba
con desdén

Paseaba
la delicia
caprichosa
y consentida
cuando tropezó
con el fiero
y primero placer

Le dijo
vengo a darte
dolores de cabeza
atosigadoras madrugadas
que se alojan
en la colcha
en el pelo
y en la respiración
que desenredan
las coordenadas
del paraíso
y su frutal
prohibición

No huyas
delicia
insistió
el placer
tengo vino
colibrís atados
a nénufares
soledades con miel
tulipanes
en el manto celeste
mantequilla lacrimosa
ároma de salitre
entre las uñas
y la sinfonía
destructiva
de unos ojos
llamando
a un lunar

Delicia
en cambio
está armada
y empuña
la realidad
sacó de su mundo
inconvincente
puñados
de enunciados
certeros
aburridos
procesos
dirigidos
por intelecto

Se heló
placer
y dejó
caer
la punta de su
pie
por delicia
todos preguntaban
qué pasó con delicia
ella con su lazo
iba siempre
tan guapa
musitaban
las calles
enrarecidas
echaban de menos
que un soplo
le subiera la falda
el adoquín
quería
seguir siendo
un cementerio
de sus pisadas

La autopsia
nos reveló
que delica
murió
de la impresión

2 comentarios:

Luis Cano Ruiz dijo...

Bonito texto.

Un saludo.

Anónimo dijo...

La delicia es muy politicamente correcta para jugar con las animales maneras del placer, a delicia es como mas delicada, aristicrata, el pracer no entiende de corduras y si de pasiones y locuras...

ella y él